Pessoa, Fernando: Libro del desasosiego, Seix Barral, Barcelona, 1994, 15ª ed. P. 277, 342: Nada pesa tanto como el afecto ajeno –ni el odio ajeno, puesto que el odio es más intermitente que el afecto; siendo una emoción desagradable, tiende, por instinto de quien la siente, a ser menos frecuente. Pero tanto el odio como el amor nos oprime; ambos nos buscan y procuran, no nos dejan (solos).
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